Los estudios reunidos en este libro convergen en buscar, a lo largo de los siglos coloniales andinos, detrás de las apariencias enunciadas, las lógicas de los dominantes como de los subalternos que, para conseguir sus propósitos, con métodos obviamente propios, se enmascaraban, usaban tretas, se metían por los rodeos complicados del símbolo, de la ironía, del matiz, o recurrían a un silencio revelador. A pesar de sus diferencias, estos trabajos tienden a mostrar que, lejos de una sencilla dinámica de enfrentamiento, los fenómenos de adopción y adaptación de las reglas vigentes, indisociables e íntimamente mezcladas, conducían de ambas partes a estrategias discursivas a menudo ambivalentes, tal como lo eran las situaciones de sus autores antes las normas hispanas que asimilaban e imitaban, pero que también casi siempre terminaban e imitaban, pero que también casi siempre terminaban por subvertir, de manera a veces extraña, otras veces inesperada.