Los estudios generales sobre la política económica en el Perú suelen abordar el Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada (1968-1980) a partir del análisis de las reformas emprendidas y su impacto socioeconómico con lo que dejan poco espacio para evaluar el proceso de toma de decisiones que llevó a las mismas. A este respecto se suele asumir que las acciones del régimen militar constituyeron el reflejo de una ideología coherente. Tal conjunto de ideas se identifica con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en tanto se llevó el modelo de Industrialización por Sustitución de Importaciones hasta sus últimas consecuencias. Una influencia alternativa y no necesariamente excluyente es el Centro de Altos Estudios Militares (CAEM) asociado a una Doctrina de Seguridad Nacional según la cual eran necesarias profundas reformas estructurales para garantizar la defensa del país. En textos especializados en el periodo la mirada es más fina pues se enfatiza cómo el programa económico del velasquismo se alteró en la práctica por cuanto las consideraciones políticas adquirieron prioridad por sobre las económicas. En ambos casos, se encuentra implícita la noción de un régimen militar con una ideología y objetivos coherentes ya sea que los hayan llevado a la práctica o haya debido adaptarlos a las circunstancias.