Frente a gestos de invisibilización, Victoria Santa Cruz despliega dos estrategias simultáneas que le permiten intervenir la política cultural del tiempo y el régimen sentimental dominante. Así pues, es posible leer en su poesía una serie de gestos que iluminan la existencia, en el Perú del siglo XX, de mujeres negras, con todas las tensiones y las complejidades que rondan los límites de esa subjetividad.