El llamado cine regional peruano cumple veinte años de existencia. Desde el estreno de la película ayacuchana Lágrimas de fuego (1996) hasta hoy se han realizado de manera continua en las regiones, fuera de Lima Metropolitana y Callao, alrededor de 200 largometrajes; la mayoría poco conocidos en la capital del país. Por su volumen de producción y por la riqueza y variedad cultural que contiene, el cine regional constituye probablemente el movimiento más importante en la historia del cine peruano.
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